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Hemos escuchado tanto el último disco de los Menzingers que tuvimos que escribir sobre él, porque es un disco que todos deben escuchar.

Anoche fui a ver The Ataris en mi ciudad en un bar pequeño para 200 personas. Me preguntaba antes si el show sería tan de mierda como el que hicieron en Santiago hace algunos años, pero luego de escuchar algunos clásicos en Spotify me decidí igualmente, era Jueves y no tenia nada mejor que hacer. El setlist estuvo bien, muy cargado al» «So long, Astoria» y un par de hits «renovados» de los discos anteriores. Kris Roe pregunta al público que quieren escuchar y alguna gente nombra algunos temas del primer y segundo álbum… Kris contesta «tengo 40 años, me dan un poco de vergüenza esas letras, ya ni siquiera me acuerdo de la mayoría».

A mi pasa lo mismo, a veces no me hace sentido escuchar algunas canciones con las cuales ya no me siento identificado. Lo hago por la nostalgia, por lo que significaron en mi vida, pero no me imagino entusiasmado con una nueva banda X que cante sobre la adolescencia, porqué son tan perdedores o que la vida universitaria es muy dura. The Menzingers es justo lo contrario: una banda que crece contigo. Le sigo la carrera desde el primer día que lanzaron «Chamberlain Waits», promocionado como que sería un total suceso de la mano de Red Scare Recs., y fue tal cual. Desde ahí he sentido esa evolución como parte mía y «el último disco» siempre es mi favorito. De algunas bandas esperas «más de lo mismo», de otras «algo distinto, una evolución».

«Donde vamos a ir ahora que nuestros veintes han terminado?», así comienza After the party y lo siguen hits tras hits, acompañados de letras que me parecen cada vez más increíbles, que seguramente no son nada del otro mundo, pero son honestas. Los Menzingers son buenos tipos, sencillos y eso se nota en sus shows y hasta en sus video clips. Greg es la voz principal de la mayoría de las canciones, mientras Tom las canta en vivo como si fuese el fan número de su propia banda.

«Lookers», el primer sencillo, fue una de mis canciones favoritas del año pasado y es por eso que esperaba este disco con tantas ansias. Incluso hice el ritual de hacer el pre-order, esperar que llegara y escucharlo por primera vez en mi tornamesa a pesar que el día anterior ya tenia un link de descarga. Tengo una conexión emocional con la banda que me hace retroceder a esos tiempos en los 90s cuando te comprabas el cassette que tanto querías y lo escuchabas por primera vez, y tenía un poco de temor de sentirme decepcionado. En la era Internet, es todo rápido que a veces siento esa necesidad de disfrutar cada parte del disco y su arte, desde las letras a sus créditos o alguna frase escondida en la contraportada. The Menzingers crece contigo porque tienes más de 30, porque son tu nueva banda favorita o porque lo será en un par de años cuando descubras su carrera después de escucharlos por primera vez y After the party es un buen comienzo para una banda que siempre tiene un poco más que dar.

Estamos en Febrero y ya siento que la vara está muy alta para batir a este disco como el más escuchado del año.

Matías Muñoz.